miércoles, 4 de junio de 2008

Quiero ser un Criticón

Hace tiempo, creo que desde finales del año pasado, que no escribía en este blog. Me acabé cansando, quizá porque lo único que hacía era ejercicios de estilo (con mayor o menor implicación emocional) y sobre todo porque no había comentarios y pensaba que nadie me leía. Y escribir en balde es algo que ya suelo hacer demasiado.
Ahora con la experiencia de haber sido cronista en La Vanguardia digital para el Primavera Sound y viendo la cantidad de blogs que hay más o menos bien escritos, más o menos polémicos, más o menos comentados, más o menos currados, me han entrado ganas de pasarme de nuevo por el mío.
Y lo que me ha empujado definitivamente a hacerlo son las críticas negativas a mis crónicas. También hubo buenas, pero las malas me insuflan oxígeno. Si de algo me he percatado es que internet, que brinda la posibilidad de exponer infinidad de puntos de vista, también brinda la posibilidad de contradecirlos. Y eso está muy bien. Aunque normalmente los comentarios a las entradas de los blogs, cuando son negativos, más bien son insultos, críticas infundadas, mal redactas, incluso de mal gusto. No sólo me ha podido pasar a mí (que tengo poca experiencia en esto), lo he podido observar en la mayoría de blogs.
Creo que si no tienes ningún comentario faltándote al respeto es que sólo te leen tus amigos, que no tiene mucho éxito. Es un barómetro muy triste, lo reconozco. También podría tratarse de que sólo te leyeran tus enemigos.
Lo más fácil es criticar. Lo difícil, creo yo, es enfrentarse a un texto ajeno y elogiarlo. No todos los textos nos tienen por qué parecer buenos, al contrario, la mayoría de lo que se escribe en internet no es demasiado bueno, ¿pero es digno de ser vilipendiado?
La ventaja de estos sitios es que los lectores también pueden tener su voz, todos nos podemos crecer con un insulto a tiempo. Así nos delatamos antes de ir a la cama. Qué buenos somos cuando dormimos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

volver siempre será el verbo