viernes, 28 de septiembre de 2007

Proyectos

Eran demasiados días ya sin abrigarse, resistiéndose a llevar sólo una camiseta de manga corta. Por el día aún, pero la noche se la hacía de brazos cruzados si estaba en la calle. Cualquier día le engullía la noche. Ya no se fijaba en el cielo, como antes, ni siquiera en las farolas. Y encima hacía frío.
Pensaba en todo lo que tenía que hacer, en todo lo que podía ser, siempre mejor que de un tiempo a esta parte, y desgranaba proyectos, proyectos que lo hacían mantenerse firme en la intemperie, contra el resto, aunque acabase abortándolos, gimnasio, cocina, abandonar vicios, proporcionar un placer exquisito. Ponerse chaqueta. Lo otro ya vendrá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

proband, probando, esto no funcina, joder!

Anónimo dijo...

Ya, "proyectos que lo hacían mantenerse firme en la intemperie". ¿A qué agarrarse sino? Parece que sin ellos no funcionamos... ¡Qué lástima crecer y decrecerse!
A veces me pregunto si tendremos guajes cuando nos volvamos a ver... De momento me alivia navegar por lo que escribes. Un abrazo.