lunes, 15 de octubre de 2007

Besos científicos

Se puso colorado, como un estado de América del Norte. Ella le obligó a decirle guapa, y a él decírselo le pareció de lo más sincero que había dicho aquella noche. Pero ella no estaba conforme, creía que sólo lo hacía por compromiso, como sus besos, tan torpes, sin escuela, le parecían distantes.
Se compró diez libros sobre el tema, manuales del perfecto amante, hasta que una noche rompió todas las probetas y le salió un examen parcial redondo. Ella le escribió suspenso en la bragueta. Él le pidió nuevas pruebas orales para Septiembre y ella aceptó, adelantando más severidad y disciplina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajaja, qué bonito. Aunque si se ve desde un punto de vista más práctico y ordinario, parece "él" un castigador ¿Realmente lo es? Me lo imagino con un látigo: -¡Vuelve en Septiembre!